martes

Seguridad vial

No recordaba la primera vez que le dijeron que no. Ni la última. Una vez estuvo a punto pero al final su inseguridad – luego diría que fue su sensatez – le jugó una mala pasada y se retuvo poco antes de actuar. Nada más cruel que el fracaso que se presenta disfrazado de oportunidad, se decía abatido intentando no pensar en lo que pudo ser. Un día decidió que la mejor manera zanjar la cuestión era demostrarse a sí mismo que la decepción era inminente pero no vio el camión que venía por la izquierda.   

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