“Candelaria salió dos veces en televisión. La primera
fue cuando un muchacho vino dizque a celebrarle el cumpleaños; le trajo un
ponqué Ramo, un gorrito de cartón, una vela y una gaseosa. Los que pasaban por
ahí veían la cámara primero y a la pobre vieja toda flaca y toda mueca después,
y muchos seguían derecho como confundidos porque como que eso no pega, ¿sí me
entiende? Como nadie se paraba, el tipo empezó a llamarlos, que vea que es el
cumpleaños de la señora, que canten conmigo, que eso, con las palmas, ¡eso!,
¡qué alegría!, venga, tomémonos una foto y cómo somos todos de buenos y cómo
salimos de bonitos… esta va pa’l Facebook. Candelaria se comió, o mejor dicho,
se chupó el ponqué y lo juagó con la gaseosa y el muchacho se fue y hasta ahí.
“Al otro día, cuando yo vine a abrir, por ahí estaba
otro muchacho con una cámara, el que da las noticias de por la noche. Habían
matado a Elías, el perro de la Candelaria, y parece ser que no fue el único: eso
envenenaron como a cinco en el barrio. Los de una asociación de animales
llamaron al noticiero y de allá mandaron a su gente y hablaron con Candelaria
pero al final sólo la sacaron llorando encima del animalito, desconsolada la
pobre, pero de lo que dijo, nada.
“Eso fue como a la semana que apareció muerta y que me
enteré que se llamaba Candelaria. Ahí estuvo como dos horas tirada hasta que un
auxiliar de esos bachilleres vino a echarla y se dio cuenta como de que ya no
se movía y llamo a una patrulla para que viniera a recogerla. Ahí si no vino
ninguna cámara ni nadie a reclamar. Se la llevaron y hasta ahí sé, joven. Es
que una acá metida todo el día no sabe sino lo que se ve y lo que se oye desde
aquí o lo que sale en este televisorcito que me regalo una sobrina, y pues qué
va a andar una metiéndose en la vida de los otros. De todos modos uno de los
muchachos que trabaja en el Internet de al lado se levantó la foto que tomaron
el otro día y la imprimió, y ahí pusieron el gorrito y unas flores; otra gente
trajo unas velas y así le hicieron como un altar como para que sepa que al
menos alguien se acuerda de ella y pues para pedir que mi Dios la tenga en su
gloria. Es que esa es gente muy sola, joven, muy sola.”
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